jueves, enero 31, 2008

El pánico

"El pánico, especialmente de noche, cuando la ciudadela está a oscuras y el yo heroico duerme, constituye una participation mystique directa con la naturaleza, una experiencia fundamental, incluso ontológica, del mundo vivo e inmerso en el terror. Los objetos se convierten en sujetos; se mueven con vida mientras nosotros nos hallamos paralizados por el miedo. Cuando la existencia se experimenta a través de los niveles instintivos del miedo, la agresión, el hambre o la sexualidad, las imágenes adquieren una vitalidad propia e irresistible. Lo imaginal nunca resulta tan vívido como cuando nos hallamos instintivamente conectados con ello. El mundo vivo es, por supuesto, animismo. Que este mundo sea divino e imaginado por diferentes dioses con sus atributos y características es panteísmo politeísta. El que el miedo, el terror y el horror sean naturales es sabiduría. En términos de Whitehead, 'naturaleza viva' significa Pan, y el pánico abre una puerta hacia esta realidad"

James Hillman; Pan y la pesadilla; Ed. Atalanta 2007, p. 59

martes, enero 29, 2008

Crimen y castigo


Me resultó chocante la relectura de "Crimen y Castigo" vista desde la perspectiva de mi primera lectura adolescente. No ha sido una decepción sino más bien una reubicación de esta obra en mi imaginario literario.

La trama me sigue pareciendo hechizante pero los sentimientos de los personajes me resultan tan histriónicos como los de los héroes homéricos que se arrancan los cabellos, asesinan a esclavas o se revuelcan en la inmundicia ante la muerte de sus amigos o familiares. Esto no es un ataque a la obra ¡cómo podría yo atacar al inmortal Homero! pero sí una percepción que me dificultó una lectura creíble de la obra. Lo que al leer a Homero me parece posible por la distancia cultural y temporal que me separa de él y el contexto en donde se desarrollan sus obras (guerras, naufragios, prodigios, etc.) en Dostoievski me resulta forzado y teatral. Quizás los lectores contemporáneos del escritor ruso tuviesen una afectividad tan extrema o quizás sea un recurso estilístico, como el actor de teatro que debe alzar la voz para que todo el público le oiga, o, ¿quién sabe?, en estos principios del XXI nuestra sensibilidad está ya tan embotada por la TV que nos resulta extraña cualquier muestra de afecto que se salgan de los límites de nuestra anormal normalidad; pero en fin, sea por la razón que sea, esta "psicología extrema" de los personajes de Dostoiesvski ha hecho que sus obras hayan envejecido muy mal desde mi adolescencia hasta ahora.

Lo que sí me resultó muy rico en reflexiones fue el problema central de la obra: el nihilismo. La primera lectura, una lectura superficial, podría hacer pensar que el problema del nihilismo está encarnado en Rodion Raskolnikov pero a mi juicio va más allá de este personaje. Ese nihilismo antivital que niega la vida en su radicalidad, que se niega a vivir y hace que existamos muriendo un poco más cada día, es el rasgo psicológico común de casi todos los personajes de la obra.


Rodion Raskolnikov representa al nihilismo intelectual del aburrimiento y del desprecio a la vida. Su crimen nace de este aburrimiento que convierte la existencia en algo extraño y alienante; la vida se convierte en un medio y no en un fin en si misma, de hay que el asesinato de la usurera sea visto por él como un medio para mostrar algo (su superioridad moral) o para conseguir algo (salir de la indigencia).


Marmeladov y su familia muestran esa otra negación de la vida que nace de la compasión entendida no como verdadera compasión sino más bien como pena o como lástima. Tanto la autocompasión morbosa en la que vive y muere Marmeladov como la compasión hacia los otros de su hija Sonia no son más que formas de sustraerle a la vida su sentido profundo; es la misma compasión que domestica nuestra alma con las anteojeras de la inacción o de la enfermiza fascinación por el sufrimiento.


Quizás Svidrigailov es el único en esta obra que parece intentar una redención del nihilismo buscando el amor de la hermana de Raskolnikov, Dúnechka, aún cuando el rechazo de ella le lleve a un fin trágico. Me seduce esta figura que aunque vive en el nihilismo de "la depravación y la holganza" (palabras de Rodion) al menos en los últimos momentos del libro parece elevarse de todo eso y descubrir un renovado valor de la vida, aunque este valor la adquiera, irónicamente, en su aniquilación.

Por último la hermana y madre de Rodion representan con su teatral comportamiento ese otro nihilismo que tan buena prensa tiene hoy día y ha tenido siempre: el nihilismo del deber. Ese nihilismo de las obligaciones que no cristalizan del amor sino del odio a la vida, esa forma socialmente aceptada de matar el alma con cadenas ajenas, con deberes mal entendidos y con cuentos de viejas. Cuan hermoso y distinto es el deber que nace del alma libre, que no pide remuneración y que no da sacrificios pues ¿quién puede considerar sacrificio darse a lo que se ama? ¡Qué lejos están estos personajes de este deber de alas, y cuan cerca de ese otro oscuro deber de cadenas!


No es sólo Rodion quien vive presa del nihilismo, de la falta de deseo por vivir, sino casi todos los personajes de esta obra tan famosa y sugerente a pesar de los defectos que he señalado. Si tuviera que elegir algún personaje me quedaría, sin duda, con esa sirvienta tan orgullosa y tan solícita, Natasia, que como una sombra protectora humilde y altiva aparece en toda la obra, una sombra que sí parece vivir, a pesar de todo, una vida digna de ser vivida...

Sé feliz

viernes, enero 25, 2008

Autopista hacia el infierno

He visto este vídeo y no he podido evitar colgarlo en el blog, para todos los que han caminado, caminan o caminarán por la autopista que lleva al infierno.




Livin' easy,
lovin' free
Season ticket on a one way ride
Asking nothing, leave me be
Taking everything in my stride
Don't need reason, don't need rime
Ain't nothing I would rather do
Going down, for a time
My friends are gonna be there too

I'm on the highway to hell

No more stop signs, speed limit
Nobody's gonna slow me down
Like a wheel gonna spin it
Nobody's gonna mess me around
Hey Satan, paid my dues
I'm playing in a rockin' band
Hey Mamma, look at me
I'm on the way to the promised land

I'm on the highway to hell

Don't stop me

I'm on the highway to hell

And I'm going down all the way
I'm on the hiiiiiiiiiiighway to heeeeeell


Video y letra vía menéame

Salud

martes, enero 22, 2008

La Comunidad Secreta de Robert Kirk

Este fin de semana terminé el libro de Robert Kirk (1644-1692) "La Comunidad Secreta". Me habían atraído las citas de Harpur sobre este libro en su obra "La realidad daimónica" así que cumpliendo el adagio según el cuál un libro llama a otro libro decidí leerlo.

El reverendo Robert Kirk, párroco de Aberfoyle, compuso esta pequeña obra a finales del siglo XVII en donde expone, a través de testimonios, su certeza sobre la existencia de los "habitantes subterráneos" también llamados fairies, faunos o elfos. A través de testimonios diversos Kirk analiza la realidad y la naturaleza de los fairies, en ningún caso haciendo una taxonomía rigurosa sino explicando por encima sus tipos, poderes o cualidades. Los fairies poseen un cuerpo aéreo y una naturaleza entre la humana y la angélica, viven bajo tierra y son anteriores a los propios seres humanos.

También narra Kirk la existencia en su época de algunas mujeres que se dijeron secuestradas por los fairies mientras que en su lugar dejaban, ¿cómo no?, un changeling que aparentaba ser ella pero que no era más que una mera ilusión (algo muy parecido a lo que pasa en "La invasión de los ultracuerpos"). Para evitar que los fairies secuestraran a las mujeres que han dado a luz, tienen predilección por ellas ya que las usan para amamantar a sus propios vástagos, se suele colocar en la cama trozos de hierro para disuadirlos. Además de herir al ganado y robar "la esencia" de los alimentos los fairies suelen hacer acto de presencia para anunciar hechos funestos, de aquí el terror que los fairies producen en aquellos que poseen la "Segunda Vista".


La "Segunda Vista" será el otro gran tema del libro de Kirk junto con los fairies. De nuevo con continuos ejemplos muestra la incontrovertible verdad de este don que tiene la virtud de: ver hechos ocurridos a la distancia (hablamos incluso de miles de kilómetros), ver el futuro (inmediato o distante) y percibir al "pueblo subterráneo". Al final del segundo capítulo Kirk se enfrascará en una polémica sobre si poseer la "Segunda Vista" es algo pecaminoso o no, su conclusión es que es un don más de Dios y que como tal no tiene nada de demoníaco siempre que no se use para el mal.

Distanciándome del racionalismo superficial y de la vulgar credulidad al leer el libro de Kirk me pregunto sobre qué está hablando realmente ¿ante qué realidad nos enfrentamos? Me inclino por una perspectiva ya expuesta por algunos autores, como el propio Harpur citado antes, según la cual el otro pueblo es algo más que un fenómeno literal pero también algo más que un fenómeno de nuestra subjetividad. Los pequeños seres están más allá del control de nuestra imaginación, no son simples proyecciones, parecen tener una existencia efectiva pero esa efectividad se muestra, continuamente, como aparente.


Pero quizás me atreva a ir más lejos porque ¿quién no ha visto por la calle docenas de changeling, simulacros de hombres y de mujeres, meras carcasas vacías de lo que somos? ¿quién no ha intuido alguna vez lo numinoso o lo fantástico sintiendo ya sus ojos muertos y su alma ciega para esa visión? ¿quién no ha sentido alguna vez el terror de la locura tras la mirada de un hada fugitiva?



Algunas particularidades del pueblo subterráneo.


La Comunidad Secreta en El Trasgu Probabilista.



Ama y vive

Algunas particularidades sobre el pueblo subterraneo

"Se dice que tienen dirigentes aristocráticos y leyes, pero ninguna religión reconocible, ni amor o devoción hacia Dios, el Bendito Hacedor de todo. Desaparecen apenas han oído invocar su nombre, o el de Jesús (ante quien se inclina, de buen grado o a regañadientes, todo lo que mora sobre o bajo la Tierra: Filipenses II, 10), siendo incapaces de hacer nada después de escuchar aquel sagrado nombre. Todo aquel que sea tabhaisder, , o vidente (el que se relaciona con esta especie de familiares), puede conseguir, mediante un conjuro, y cuando lo desee, que se le aparezcan a él, o a otros, como hizo con los suyos la bruja de Endor. Los videntes cuentan que siempre se hallan solícitos a cumplir recados malsanos, siendo muy raramente portadores de buenas nuevas para los hombres. No se asustan al verlos cuando son ellos quienes los convocan, pero cuando los ven de improviso (como les ocurre con frecuencia) se espantan de manera extrema, y nada les gustaría más que poder librarse de ellos, debido a los odiosos espectáculos que suelen dar, como la tortura de algún wight, sus espectrales miradas, fijas y ansiosas, sus disputas y cosas así.

[Los subterráneos] no hacen todo el mal que, posiblemente, podrían hacer, y cuando son vistos no parece que sean presa de una gran pena, sino que, de costumbre, son callados y taciturnos. Se dice que tienen muchos libros de amables fábulas, pero el resultado de estas lecturas sólo se manifiesta a través de ciertos paroxismos de grotesco y coribántico regocijo, como si se sintieran arrebatados y sojuzgados, a cada instante, por un nuevo espíritu que entrase en ellos, más frívolo y festivo que sus huéspedes. Poseen otros libros, de significado tremendamente complicado, muy al estilo de los Rosacruces. No conservan nada de la Biblia, excepto algunos pasajes elegidos que usan como conjuros y contraconjuros, pero no para defenderse con ellos sino para ejercerlos sobre otros animales, ya que esta gente es invulnerable a nuestras armas. Y si bien (dada la unidad del espíritu de la naturaleza, que se manifiesta en todas las cosas reproduciendo e incrementando la violencia hecha a cualquier ser) el auténtico cuerpo de un licántropo o de una bruja puede resultar herido en el lugar donde mora, cuando el cuerpo astral con que se ha revestido recibe algún daño en cualquiera que sea el sitio en que se encuentre (al igual que suenan al unísono las cuerdas de una segunda arpa acordada con otra, aunque sólo haya sido pulsada la primera), aquella gente, a fin de cuentas, no posee un segundo cuerpo, o al menos no uno lo suficientemente material para poder ser atravesado, sino que éste es como de aire, pues tras ser dividido se vuelve a unir; además, al disponer de mejores médicos que nosotros, en cuanto sienten dolor a causa de algún golpe se procuran rápidamente la curación.
No se hallan sujetos a penosas enfermedades, sino que, en un determinado momento, que siempre acontece a la misma edad, menguan y vienen a menos. Algunos dicen que su continua melancolía es debida a esta condición pendular (análoga a la de los hombres a los que hace referencia Lucas XIII, 26), tan incierta en lo tocante a lo que pueda ser de ellos tras la última revolución, cuando se encuentren confinados en un estado inmutable; y que sus alegres accesos de hilaridad lo son a la manera de la forzada calavera o a la de una representación teatral, que más proviene de otros que de la cordial convicción de uno mismo."

Robert Kirk; La Comunidad Secreta; Ed. Siruela, trad. de Javier Martín Lalanda;
pp. 44-45


Reseña del libro La Comunidad Secreta

P.D. Curiosa visión la del viejo Kirk sobre los fairies, seres crueles, melancólicos e inescrutables que contrasta mucho con la que tenemos nosotros de estos elfos, hadas o faunos seres ya completamente domesticados por nuestra conciencia racionalista y científica, seres pastelosos, cursis, buenos y repelentemente cándidos sin el menor brillo de lo natural sin el menor resplandor de lo salvaje.

sábado, enero 19, 2008

Darwin, la Biblia y Peter Griffin

Ya escribí hace un tiempo sobre el creacionismo, la nueva moda de importación estadounidense que creo que no está aquí para quedarse mucho tiempo. Ahora gracias al blog Magonia me llega la noticia de la cancelación de unas charlas creacionistas en la universidades de Vigo y de León... ante esto los creacionistas acusan de censura a las universidades y de atentar contra la libertad de expresión. (noticia en el País)

Creo tanto en la literalidad de las teorías neodarwinistas como en la teoría del "diseño inteligente" según el cuál todo esto, Bustamante incluido, lo creó Dios; pero estos señores del "diseño inteligente" deben comprender que ningún biólogo evolutivo reclama su derecho a enseñar ideas evolucionistas en iglesias o en las mezquitas... reclamar esto y después, presentarse como mártir de la libertad de expresión es cuanto menos incoherente e hipócrita.


Ciencia y religión son dos modos de interpretar la realidad, dos perspectivas que, como ya he dicho en otra ocasión, son dos juegos simbólicos diferentes. El conflicto no es entre la Razón y la Fe sino entre dos constructos ideológicos basados en presupuestos incompatibles. Dos religiones, dos modos de "religarnos" con lo real de los que no tengo nada que criticar siempre y cuando no lleven a nadie a la hoguera por pensar diferente.

En fin, para que nadie me acuse de parcialidad aquí dejo un video en donde se explican las dos teorías, quédate tú con la que más te guste:





Salud

jueves, enero 17, 2008

¿Qué puede darnos compañía?

"El tiempo de la vida humana, un punto; su sustancia, fluyente; su sensación, turbia; la composición del conjunto del cuerpo, fácilmente corruptible; su alma, una peonza; su fortuna, algo difícil de conjeturar; su fama, indescifrable. En pocas palabras: todo lo que pertenece al cuerpo, un río; sueño y vapor, lo que es propio del alma; la vida, guerra y estancia en tierra extraña; la fama póstuma, olvido. ¿Qué, pues, puede darnos compañía? Única y exclusivamente la filosofía. Y ésta consiste en preservar lo más noble de nuestro espíritu, exento de ultrajes y de daño, dueño de placeres y penas, sin hacer nada al azar, sin valerse de la mentira ni de la hipocresía, al margen de lo que otro haga o deje de hacer."

Marco Aurelio; Meditaciones, lib. II cap. 17;
traducción de Ramón Bach Pellicer

martes, enero 15, 2008

Internados de Goffman

El pasado noviembre tuve la suerte de leer la obra de Goffman "Internados. Ensayos sobre la situación social de los enfermos mentales". Como su nombre indica en este trabajo Goffman analiza la situación de los enfermos mentales desde una perspectiva netamente sociológica: estuvo conviviendo en una institución mental de Estados Unidos observando la interacción social entre los enfermos y los cuidadores.

"Internados" muestra el proceso mediante el cual una "persona normal" pasa a transformarse en "enfermo mental" y las consecuencias a nivel de rol social que esta transformación implica. El enfermo mental posee el estigma (concepto muy trabajado en toda la obra de Goffman) de la insania que lleva aparejado la desintegración del yo del enfermo mental y la reconversión de un ciudadano libre en un paciente. A partir de que una persona es considerada "insana" todos sus actos, todas sus ideas, todas sus pequeñas manías se vuelven significativas desde la óptica psiquiátrica y apoyos para reafirmar la insania del paciente. Por ejemplo, la repentina melancolía que cualquiera de nosotros puede sentir en algún momento puntual se transforma, cuando hablamos de un paciente mental, en un síntoma de su carácter depresivo.

Otro ejemplo que pone el mismo Goffman es el de la búsqueda de la identidad del enfermo a través de pequeñas propiedades; Goffman constata que el las instituciones psiquiátricas las propiedades de los enfermos son totalmente impersonales (mesas, sillas, ropa, camas, etc.), esto hace que algunos enfermos guarden recortes de periódicos, pequeños alambres, trozos de cristal como propiedades personales que le dan identidad. Desde la óptica psiquiátrica se interpreta este fetichismo como otro ejemplo sintomático del estado patológico del paciente pero ¿no podría identificarse como la búsqueda de una identidad que el sistema le niega al enfermo mental? Si uno de nosotros guarda una piedra bonita en su escritorio o tiene un especial aprecio a alguna foto se considera normal, si el enfermo mental realiza esta misma acción, adaptada a las limitaciones del entorno de un hospital mental, este comportamiento es evaluado como patológico.

"Creo que casi toda la información contenida en las historias clínicas es verdadera; pero también creo que casi todas las vidas pueden contener los suficientes hechos denigrantes para justificar una solicitud de reclusión"

op. cit. editorial Amorrortu 1970, traducción de María Antonia Oyuela de Grant. p. 162

Por otro lado en el artículo titulado "La carrera moral del paciente mental" Goffman explica el proceso de desintegración de la personalidad del paciente dentro de la institución total que es un hospital psiquiátrico. De la noche a la mañana alguien que ha tenido un estatus social determinado ve que pierde todos sus anteriores roles y entran en un proceso de pérdida de identidad y de independencia cuyo principal objetivo es, en apariencia al menos, su curación. En primer lugar la hospitalización rara vez es voluntaria sino que más bien ocurre a instancia de un pariente que obliga al paciente a entrar en el centro psiquiátrico bajo la amenaza frecuente de cortar cualquier vínculo social con él o, sencillamente, lleva al paciente engañado al centro en el que queda ingresado. Después vendrá lo que en su lenguaje sociológico Goffman denomina "coalición alienativa": se invita al paciente a "conversar sinceramente sobre el asunto" con el psiquiatra pero en el curso de esta conversación "sincera" el paciente descubre que el médico posee información personal sobre él que él mismo no ha facilitado y que esa información sólo ha podido ser entregada por personas allegadas al pacientes, en ocasiones sólo por la más allegada; en este contexto el paciente cae en una situación de desconfianza total hacia su entorno social lo que le genera una profunda sensación de soledad y de alienación: sus roles sociales previos no le habían preparado para ver y saber su intimidad descubierta por sus personas más cercanas. Teniendo en cuenta la importancia que tiene la creación del sentimiento de intimidad en la construcción del se comprenderá las dificultades y conflictos psíquicos en los que se encuentra el enfermo mental al ser objeto de terapia.

Una vez dentro de la institución mental el paciente se ve obligado a rendir pleitesía y obediencia a completos desconocidos, desconocidos que en el anterior juego de roles sociales ocupaban un estrato igual o incluso inferior al propio paciente. Esto unido al continuo análisis de la vida presente del interno en el centro y las experiencias vitales anteriores al internamiento (su historia clínica total) desde una óptica patologizante hacen que el yo del enfermo mental sufra un proceso cruel y sistemático de deconstrucción. De esto concluye Goffman:

"Acostumbrarse a vivir en condiciones de exhibición inminente, expuesto a enormes fluctuaciones en la consideración que se recibe, sin saber ni poder hacer gran cosa para obtenerla o conservarla: he aquí un importante paso en la socialización del paciente, y al propio tiempo una revelación importante sobre lo que en realidad significa ser interno de un hospital psiquiátrico. El hecho de tener los errores pasados y la evolución presente bajo la incesante vigilancia moral ajena, parece provocar una forma especial de adaptación, que consiste en una actitud desprovista de moral hacia los ideales del ego."

op. cit. editorial Amorrortu 1970, traducción de María Antonia Oyuela de Grant. p. 167


"Internados" de Goffman refleja un lugar común en la cultura occidental, los frágiles muros que separan la cordura y la locura, pero esta vez desde una perspectiva crítica que desnuda las contradicciones de instituciones aparentemente humanitarias en donde el fin, la curación, justifica los medios, el desprecio a los derechos y la dignidad moral del paciente. Lectura interesante para cualquiera pero mucho más para aquellos que piensan que loco será, no muy pronto, la nueva manera de llamar al disidente.

domingo, enero 13, 2008

El derecho a las armas de fuego

Vía Fogonazos descubrí este reportaje de Jon Sistiaga emitido por Cuatro hace unos días. Aquí dejo la primera parte.

parte [2], [3], [4] y [5]

Hacía tiempo que no veía un reportaje con una carga moralizante tan obvia y bobalicona. Jon critica a los yankis amantes de las armas de vivir en un maniqueísmo simplista de “buenos y malos” cuando el reportaje mismo no hace más que caer en ese simplismo que critica: los buenos semos nosotros y los malos insensatos son ellos (aunque, dicho sea de paso, tal y como se presentan en el reportaje a los usuarios de armas sí parecen unos insensatos pero subrayo el “tal y como se presentan en el reportaje”). Otro ejemplo de “reportaje comprometido” que se llama ahora... antes se llamaba sencillamente manipulación. Estoy seguro que Jon y todos los que juegan a la demonización del acceso libre a las armas creen que trabajan del lado de los buenos pero ¿acaso no lo han pensado siempre todos los censores, los manipuladores y los voceros del poder? Pero este no es el fondo de mi artículo y al fondo de la cuestión es adonde nunca llegan estos reportajes y adonde siempre me ha gustado intentar, al menos intentar, llegar. Vamos pues.

Según entiendo yo un individuo debe tener derecho a defender su vida, su libertad y su propiedad con los mismos instrumentos con los que pueden contar los posibles agresores, fundamentalmente el Estado y otros individuos pertenecientes al sistema social. Una cesión básica en el contrato social, esto se sabe desde Hobbes, es que yo cedo parte de mi derecho a la violencia legítima a la sociedad para evitar la guerra de todos contra todos. Este es el fundamento natural de los tribunales, policías, cárceles, etc. Cedo parte de ese derecho pero no todo ya que ¿si cediese todo mi derecho al uso de la violencia quién me defenderá de los defensores si no puedo hacerlo yo mismo? En otras palabras, que si el individuo al conformar parte de un grupo social renuncia totalmente al uso de la violencia en aras del conjunto ¿cómo defenderse de los posibles abusos violentos del grupo social? La legislación prohibicionista en el uso de armas de fuego no es algo nuevo, de hecho la prohibición de usar armas era usual en las sociedades esclavistas, efectivamente, los esclavos no podían portar armas; en las sociedades feudales eran, lógicamente, los campesinos y villanos los que carecían de este derecho mientras que los estamentos privilegiados sí que lo poseían. En estas sociedades está bien claro cual era la razón de esta política: que los estamentos privilegiados mantuviesen el poder sobre sus súbditos... Sin embargo parece que para Jon y los pacifistas de postín no está tan clara la razón de porque se prohíbe la tenencia de armas de fuego en la mayoría de las democracias europeas... ¿no será la misma?

Mientras que los cuerpos militares y paramilitares del Estado sí tienen acceso a las armas de fuego nosotros, simples villanos, nuevos campesinos sin tierras del siglo XXI, carecemos de este derecho. Y la ideología democrática lo justifica en un a priori al menos discutible: el Estado es bueno y usará las armas para defendernos y nosotros no tenemos la sensatez suficiente para poseer esos instrumentos de violencia. Quiero dejar claro cual es el a priori, cual es la base de toda la condena a la posesión de armas porque nadie discute que los cuerpos de represión del Estado las posean, nadie. Y ese a priori es, lo subrayo una vez más, que el Estado es bueno y nosotros malos. ¿Acaso pensaban de manera diferente los señores feudales o los romanos con sus siervos y esclavos?

La cesión de mi derecho al uso de la violencia no debe ir más allá de lo que la convivencia pacífica exija; que yo carezca de las armas que poseen los cuerpos militares y para militares del Estado sólo ahonda la fractura social entre opresores (armados) y oprimidos (desarmados). Por esto creo que el derecho a poseer armas de fuego es un derecho fundamental que el Estado combate y combatirá con todas sus fuerzas ya que supone una merma en su poder de oprimir a sus súbditos. La sociedad tiene derecho a defenderse de aquellos que hagan un uso ilegítimo de la violencia, no cabe duda, pero no a tratar a sus miembros como dócil ganado incapaz de defenderse de sus guardianes... no tiene derecho.

Y ahora hablemos de las consecuencias del uso de armas de fuego ya que los medios de propaganda del Estado se encargan bien en vocearlo... Pero no, mejor antes hablemos de los casos de maltrato doméstico en donde un hombre mata a una mujer con un cuchillo o con un martillo... ¿a quién se le ocurre prohibir el uso legítimo de cuchillos o martillos? A nadie. O hablemos de esos criminales que rocían con gasolina a una persona hasta hacerla morir abrasada... ¿prohibir la gasolina es la solución? Los casos de matanzas en USA o la más reciente en Finlandia son dramáticos pero precisamente por eso debemos de desvelar el modo como el Estado hace uso de estos hechos tristes para inculcar en la población el miedo a la libertad, a la libertad de defendernos del propio Estado con los mismos medios que el Estado puede usar en nuestra contra. Ya Michael Moore en su reportaje Bowling for Columbine mostraba como una legislación sobre las armas muy similar a la estadounidense en Canadá no tenía las dramáticas consecuencias que en su país. Aquello, a mi juicio, era tan revelador que resultaba escandaloso... esperemos que algún adalid de la verdad como nuestro Jon haga un reportaje también sobre esto... aunque las consecuencias de tal reportaje quizás no fueran tan agradables a los patrocinadores como lo son las de este amarillista “¡Papi, cómprame un Kalashnikov!”.

En fin, los mismos que ayer prohibieron las drogas, porque todos íbamos a ir drogados, los mismos que antes de ayer quisieron prohibir el sexo, porque todos íbamos a estar follando como animales, los mismos que siempre han estado en el lado de allá en la lucha por la libertad, hoy vocean y repiten hasta la saciedad que si se permitieran las armas estaríamos todos por ahí tirando tiros por la calle. El miedo a la libertad adopta muchas caras, a veces es difícil percibir este odio a la libertad y esta desconfianza en el hombre, a veces... pero esta vez creo que no.

Salud.

miércoles, enero 09, 2008

Democracia a la española

Ya de vueltas de las vacaciones me encuentro con la noticia de las ¿posibles? torturas de la guardia civil a dos presuntos miembros de ETA. El mismo aprecio siento por unos y por otros; defienden banderas de diferentes colores pero ambas manchadas de sangre. La tortura no es algo nuevo en España ni lo dejará de ser en esta monarquía bananera de sol y pandereta. Los asesinos de ETA cuentan con un apoyo mediático del que carecen los miembros de lumpen víctimas igualmente de la misma ideología democrática según la cuál "si tiene que haber bajas mejor que sean de ellos". En esta frase de José Bono, el mejor representante del socialismo de palo y tententieso, se puede resumir la política antiterrorista del nacionalismo españolista.

La noticia parece lejana, intrascendente y ojalá que lo siga siendo, ojalá que no te pillen a ti en un calabozo oscuro, porque cuando te rompan el alma a palos los defensores del Orden Constitucional todos pensaremos lo que piensan la mayoría de los españolitos al leer estas noticias: "¡Algo habrán hecho!".

Link a la noticia:

Kaosenlared: Los familiares desmienten la versión de la Guardia Civil
Gara: El forense certifica que Mattin Sarasola sufre diversas lesiones
El País: Zapatero confía "plenamente" en el relato de la Guardia Civil
El País: Bono: "Si tiene que haber bajas que no sean nuestras"
El País: El gobierno vasco aprecia tres flancos débiles en la versión oficial
El Porvenir: Evidencias de torturas a dos vascos detenidos por la Guardia Civil
El dedo en la llaga: Tolerancia a la tortura


Salud