martes, enero 22, 2008

La Comunidad Secreta de Robert Kirk

Este fin de semana terminé el libro de Robert Kirk (1644-1692) "La Comunidad Secreta". Me habían atraído las citas de Harpur sobre este libro en su obra "La realidad daimónica" así que cumpliendo el adagio según el cuál un libro llama a otro libro decidí leerlo.

El reverendo Robert Kirk, párroco de Aberfoyle, compuso esta pequeña obra a finales del siglo XVII en donde expone, a través de testimonios, su certeza sobre la existencia de los "habitantes subterráneos" también llamados fairies, faunos o elfos. A través de testimonios diversos Kirk analiza la realidad y la naturaleza de los fairies, en ningún caso haciendo una taxonomía rigurosa sino explicando por encima sus tipos, poderes o cualidades. Los fairies poseen un cuerpo aéreo y una naturaleza entre la humana y la angélica, viven bajo tierra y son anteriores a los propios seres humanos.

También narra Kirk la existencia en su época de algunas mujeres que se dijeron secuestradas por los fairies mientras que en su lugar dejaban, ¿cómo no?, un changeling que aparentaba ser ella pero que no era más que una mera ilusión (algo muy parecido a lo que pasa en "La invasión de los ultracuerpos"). Para evitar que los fairies secuestraran a las mujeres que han dado a luz, tienen predilección por ellas ya que las usan para amamantar a sus propios vástagos, se suele colocar en la cama trozos de hierro para disuadirlos. Además de herir al ganado y robar "la esencia" de los alimentos los fairies suelen hacer acto de presencia para anunciar hechos funestos, de aquí el terror que los fairies producen en aquellos que poseen la "Segunda Vista".


La "Segunda Vista" será el otro gran tema del libro de Kirk junto con los fairies. De nuevo con continuos ejemplos muestra la incontrovertible verdad de este don que tiene la virtud de: ver hechos ocurridos a la distancia (hablamos incluso de miles de kilómetros), ver el futuro (inmediato o distante) y percibir al "pueblo subterráneo". Al final del segundo capítulo Kirk se enfrascará en una polémica sobre si poseer la "Segunda Vista" es algo pecaminoso o no, su conclusión es que es un don más de Dios y que como tal no tiene nada de demoníaco siempre que no se use para el mal.

Distanciándome del racionalismo superficial y de la vulgar credulidad al leer el libro de Kirk me pregunto sobre qué está hablando realmente ¿ante qué realidad nos enfrentamos? Me inclino por una perspectiva ya expuesta por algunos autores, como el propio Harpur citado antes, según la cual el otro pueblo es algo más que un fenómeno literal pero también algo más que un fenómeno de nuestra subjetividad. Los pequeños seres están más allá del control de nuestra imaginación, no son simples proyecciones, parecen tener una existencia efectiva pero esa efectividad se muestra, continuamente, como aparente.


Pero quizás me atreva a ir más lejos porque ¿quién no ha visto por la calle docenas de changeling, simulacros de hombres y de mujeres, meras carcasas vacías de lo que somos? ¿quién no ha intuido alguna vez lo numinoso o lo fantástico sintiendo ya sus ojos muertos y su alma ciega para esa visión? ¿quién no ha sentido alguna vez el terror de la locura tras la mirada de un hada fugitiva?



Algunas particularidades del pueblo subterráneo.


La Comunidad Secreta en El Trasgu Probabilista.



Ama y vive