sábado, enero 17, 2009

Adiós

Sin premeditación de ningún tipo este es el artículo 250 de este blog... y el último también. Tras un mes familiarizándome con el gestor de contenidos Joomla y contratando los servicios pertinentes he migrado a otra dirección web. Seguiré con la misma labor que hasta ahora con algunos cambios, espero que a mejor. He intentado continuar el proyecto de un modo más rico y más diversificado que hasta ahora procurando, también, dejar los espacios de opinión y de divulgación más separados.

En fin si te apeteces puedes ver el cambio en esta dirección:

www.lasangredelleonverde.com


Y, de verdad, muchas gracias a todos los visitantes de este espacio, hemos llegado a un total de 85000 visitas con una media de 135 visitas al día en los últimos meses. Muchas gracias a todos por vuestro interés sin él este proyecto no tendría ningún sentido.

Salud

lunes, diciembre 22, 2008

Hasta el próximo año

Otro año que se va y ya van unos cuantos con este proyecto. He tenido algo descuidado el blog pero el final de trimestre académico es siempre movido y no he tenido todo el tiempo ni el ánimo que necesitaba para actualizarlo.

Estoy estudiando transformar este proyecto migrar a un servidor propio así que estoy enfrascado aprendiendo a usar el Joomla, espero que a finales de Enero o Febrero pueda dar a luz el nuevo blog, en todo caso llegan la Navidad y con ellas el parón hasta Enero, hasta entonces espero que te lo pases bien estas vacaciones y que el Corte Inglés o los compromisos familiares no te amarguen demasiado la vida.

Ayer fue el solisticio de invierno en el hemisferio norte, para aquellos que no somos ni cristianos ni paganos pero que amamos la luz del sol y la primavera es como la señal de salida de la mejor parte del año y el fin de la oscuridad, de los días breves y de las noches interminables. Felicidades a todos por ello.

Hasta pronto.

Salud

jueves, diciembre 11, 2008

¡Bebe y alégrate porque así serás una vez muerto!


"O como los egipcios, que después de sus banquetes mandaban enseñar a los convidados una gran imagen de la muerte llevada por alguien que gritaba: "¡Bebe y alégrate, porque así serás una vez muerto!". Así que yo también he tomado la costumbre de llevar la muerte no sólo en la imaginación, sino en los labios; no hay nada sobre lo cual me guste más informarme que sobre la muerte de los hombres: qué palabra, qué cara, qué actitud tuvieron; ni pasaje de los libros de historia que más me llame la atención. [...] Si yo fuese hacedor de libros, haría un registro comentado de distintas clases de muerte. Quien enseñase a los hombres a morir, les enseñaría a vivir."

Michel de Montaigne; Ensayos libro I capítulo XX, ed. cit.

jueves, diciembre 04, 2008

Filosofar es aprender a morir

"Dice Cicerón que filosofar no es otra cosa que prepararse para morir. Esto es así porque el estudio y la meditación detraen en cierta medida nuestra alma y, llevándola fuera de nosotros, la fecundan, dejando aparte el cuerpo, lo que a su modo resulta un aprendizaje a semejanza de la muerte; o bien es porque toda la sabiduría y el discurso sobre el mundo se resuelve y acaba en este punto: el enseñarnos a no temer a la muerte. De verdad, o la razón se burla, o no debe tener otro fin que nuestro contento, y todo su esfuerza debe tender en suma a hacernos gozar de la vida a nuestras anchas, como dice la Sagrada Escritura. Todas las ideas sobre el mundo convergen en esto, que el placer es nuestro fin, aunque difieren sobre los medios; de otro modo, se las rechazaría de entrada, porque, a ver: ¿quién escucharía a alguien que estableciera como fin nuestra pena y malestar?"

Michel de Montaigne; Ensayos libro I cap XX, ed. cit.

jueves, noviembre 27, 2008

El cochinillo de Pirrón

"[...] un día que se encontraba en plena tormenta a bordo de un barco, el filósofo Pirrón enseñó como ejemplo a los que veía tan espantados a su alrededor un cerdito, que formaba parte del pasaje, totalmente despreocupado ante la tempestad. ¿Nos atreveremos entonces a decir que este poder de la razón, al que tanto celebramos y por respeto al cual creemos dueños y soberanos de todas las demás criaturas, ha sido puesto en nosotros para nuestro mayor tormento? ¿De qué sirve el conocimiento de las cosas, si nos hace perder el descanso y la serenidad y si nos vuelve peores que el cochinillo de Pirrón? La inteligencia que nos ha sido dada como el más valioso de nuestros bienes, ¿la emplearemos para nuestra ruina, luchando para combatir el designio de la naturaleza y el orden universal de las cosas, que requiere de cada uno que use sus herramientas y medios para lograr su tranquilidad?"
Michel de Montaigne; Ensayos Libro I capítulo XIV ed. cit.