La cuarta descentralización: el gen egoísta
Una gallina es, simplemente, el método que usan los huevos para hacer más huevos.
Se suele decir que el hombre ha sufrido tres grandes descentralizaciones en la modernidad: la primera fue descubrir, de manos de Galileo y Copérnico, que no éramos el centro del universo; la segunda descentralización fue obra de Darwin, en ella el hombre dejó de ser la “imagen” de Dios para transformarse en un animal más en la Historia Natural de la evolución; finalmente, la tercera descentralización fue la que sufrimos con el psicoanálisis de Freud, en ella nuestra conciencia se nos mostró como epifenómeno de nuestro inconsciente, la racionalidad estaba asentada sobre un magma de irracionalidad. A finales del XX hemos sufrido una cuarta descentralización de manos de Richard Dawkins, de esta cuarta descentralización hablaremos en este trabajo.
La teoría de Richard Dawkins expuesta en su obra “El gen egoísta” puede resumirse así: ni el individuo ni la especie son las unidades básicas de la evolución sino que la unidad básica de la evolución es el gen. Para este autor su teoría no supone una nueva revolución científica sino solamente una nueva perspectiva de las ideas de Darwin. Aunque no dudo que sea así se debe reconocer que esta nueva perspectiva de la teoría de la selección natural reformula totalmente el papel del hombre en la historia. Analizaré algunas de sus consecuencias.
En primer lugar voy a aclarar como llega Dawkins a la conclusión de que los seres vivos no son más que replicadores de genes y que por lo tanto estos son las unidades básicas de la evolución. Dawkins en las primeras páginas de su citado libro se pregunta: ¿la evolución ocurre entre las especies, los grupos o los individuos? Dawkins se muestra reacio a admitir que las unidades de evolución sean las especies por varias razones: la especie se componen de individuos por lo tanto la fortaleza de la especie depende de la fortaleza de los individuos; un individuo en un grupo cooperativo sería más competente reproductivamente si cooperase poco y recibiese mucho luego, la tendencia evolutiva natural será individuos que se aprovechen de la especie o del grupo, tras unas cuantas generaciones todos los individuos serían insolidarios ya que evolutivamente sería más aptos... Esto demuestra que el concepto de “evolución de especie” o “de grupo” no es consistente con el resto de nuestros conocimientos acerca de la evolución.
Por otro lado ¿ en donde acaba la especie? ¿Serán los leones más propensos a comerse un avestruz que a una cebra por solidaridad con el filum de los mamíferos? Para Dawkins no tiene sentido hablar de selección por especie o grupo.
¿Se decanta Dawkins por la selección de individuos? No exactamente. Aunque parece más consecuente con nuestros conocimientos sobre la evolución natural considerar al individuo como unidad básica de la evolución deja sin explicar muchas conductas animales. Efectivamente, la conducta altruista de muchos animales (desde hormigas a chimpancés) no podría ser comprendida si admitiésemos que la finalidad evolutiva del individuo fuese su propia perpetuación. La perpetuación individual pasa, en buena medida, por aprovechar el altruismo del grupo en su propio beneficio, sin embargo, esto no es así ¿por qué?
La respuesta pasa por donde hemos comentado: el individuo no se sacrifica por si mismo ni por la especie, se sacrifica, en realidad, por el material genético común a los de su grupo. Es el gen lo que se perpetúa y el individuo, e incluso la especie, no son más que sus portadores, sus máquinas de replicación. Esta es la razón por la que un padre o una madre están dispuestos a morir por sus hijos: la perpetuación de su material genético es más probable en sus hijos que en ellos. Ni siquiera se defiende a los hijos como a tales sino se defiende a los hijos como replicadores de nuestra carga genética.
Es evidente la primera consecuencia de esta perspectiva de la evolución: el hombre es un mero instrumento de los genes, como cualquier otro animal. Estamos controlados por elementos que ni siquiera podemos decir que posean vida, sólo poseen capacidad de autoreplicarse. Si la evolución está orientada a la replicación de entidades impersonales como los genes ¿qué lugar cabe para la libertad? Evidentemente ninguno. Ya la teoría clásica de la evolución de Darwin había dejado claro nuestra posición descentralizada en la Historia Natural en donde éramos unos animales más pero al menos nos podía consolar la sensación de pertenencia a una especie “especial” a la que estaríamos unidos a través de vínculos de afectos “naturales” (el bien de la especie o ideas similares). Dawkins nos muestra que son los genes, y no nuestro espíritu o alma, nuestra más íntima esencia; son la replicación de los genes, y no el bien común de la especie o de los seres vivos, nuestra única meta; somos máquinas ciegas de reproducción de proteínas; las ideas de amor, afecto, cariño, solidaridad etc no son más que programas que nos permiten defender con más fiereza nuestra carga genética y reproducirla...
La evolución está en manos de nuestros genes y no en las de nuestra especie. La evolución afecta a nuestros genes y nosotros no somos más que actores secundarios en este drama. Preguntar por el sentido de la historia no tiene sentido en este contexto. El materialismo darwinista es bien diferente del materialismo dialéctico del marxismo, como bien supo ver Stalin con su apoyo a las teoría genéticas de Lysenko, y de todas las teorías teleológicas de la historia. Sin embargo, se me antoja que esta perspectiva no es del todo original: la idea de que la historia es fruto del mero azar ciego y que la rapiña y el “bellum omnes contra omnes” son los motores básicos de los estados, los imperios y los individuos son conceptos que ya se encuentran, al menos, en Schopenhauer. Por otro lado ¿no son los designios de la evolución como los designios de Dios... inescrutables?
Desde luego el libro de Dawkins no deja indiferente y es una lectura muy recomendable. Si quieres saber algo más de este libro y su autor aquí te dejo algún enlace:
http://www.microsiervos.com/archivo/libros/el-gen-egoista.htmlhttp://www.homowebensis.com/genego.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Richard_Dawkins