viernes, junio 29, 2007

Asesinos en serie y asesinos en serio

De Miguel Brieva leí hace un tiempo su comic “Dinero” ahora estoy enfrascado en la lectura de su “Bienvenido al Mundo. Enciclopedia Universal Clismón.”. La obra de Brieva tiene un tinte contestatario teñido de ácido humor: un dibujo aparentemente ingenuo, en ocasiones, esconde un mensaje demoledor sobre la sociedad de consumo y la libertad ficticia de las democracias occidentales. Quizás cuelgue próximamente alguna otra viñeta de este interesante autor sevillano, esta que viene a continuación no tiene desperdicio.

(haz clic en la imagen para agrandar)


P.D. Y como colofón a la reseña de este comic la definición de adulto de la Enciclopedia Universal Clismón: “residuo que queda tras el desvanecimiento del niño”.

lunes, junio 25, 2007

El monomito

Lo siento este artículo ha cambiado de ubicación. Puedes encontrarlo aquí.

jueves, junio 21, 2007

Errores en la argumentación

Como ya hemos visto existen tres modos de argumentación: la deducción lógica, la deducción analógica y la inducción o deducción empírica. Estos modos pueden ser mal empleados, cuando esto ocurre la argumentación está mal construida por un error en el enlace de las premisas; esto, sin embargo, no quiere decir que la conclusión sea falsa sino que el enlace entre premisas y la conclusión es erróneo o débil. A continuación veremos los errores en los modos de argumentación más usuales.

Errores formales en la deducción lógica: Las falacias formales.

Un error formal en la deducción lógica es un error en el procedimiento lógico con el que se relacionan las premisas y la conclusión. La deducción lógica al ser un proceso lógico-matemático debe cumplir una serie de requisitos formales, la violación de uno de estos requisitos implica un error en la deducción. Los errores formales en la deducción lógica son denominados también falacias formales.
Un argumento lógico-deductivo se denomina falaz por dos razones: en primer lugar, porque aunque son formas de deducción lógica formalmente erróneas aparentan no serlo; y en segundo lugar, porque en ocasiones producen conclusiones ciertas. Existen infinidad de falacias formales, las más usuales son las que vamos a ver a continuación

* Afirmación del consecuente:

Esta falacia se produce cuando admitiendo una relación de causa-efecto entre dos hechos y ocurriendo el efecto se dice que ocurre también la causa.


A-->B

B
-------

A

Un ejemplo del lenguaje ordinario podría ser el siguiente: "Si llueve se mojan las calles, las calles están mojadas. Luego podemos concluir que ha llovido". Aunque en este ejemplo parezca que la conclusión es correcta no es así ya que lo que realmente dice la implicación es que si llueve se mojan las calles (relación causa-efecto) pero no sugiere nada acerca de la posibilidad de que el efecto (las calles mojadas) se produzca debido a cualquier otra causa (camión de riego, el rocío de la mañana, etc.).


* Negación del antecedente:
Falacia formal según la cual en una relación causa-efecto la negación de la causa implica la negación del efecto.

A-->B

¬A
-------

¬B

Un ejemplo en el lenguaje ordinario podría ser el siguiente: "Si llueve se mojan las calles, no llueve. Luego podemos concluir que las calles no están mojadas". Como es una contrapartida del ejemplo anterior se ve claro que la relación causa-efecto no implica que la no ocurrencia de la causa lleve aparejada la no ocurrencia del efecto pues las calles podrían estar mojadas por otros motivos, como ya vimos, sin que la relación causal "lluvia-calles mojadas" quede rota por ello.


* Silogismo disyuntivo falaz:

Esta falacia se produce cuando una disyunción inclusiva y la afirmación de uno de los elementos de la disyunción conllevan la negación del otro elemento de la disyunción.


AVB

A

-------

¬B


En lenguaje ordinario podríamos poner el siguiente ejemplo: "Carmela sabe inglés o francés, su amiga me dijo que sabía inglés. Luego podemos concluir que no sabe francés". En este ejemplo se percibe la falacia en el hecho de que cuando se sostiene una disyunción ( "o esto o lo otro") no implica necesariamente que la verdad de uno de los elementos conlleve a la negación del otro. Si en un hotel, por ejemplo, se coloca un cartel que ponga "Todos nuestros camareros saben hablar alemán o ruso" no quiere decir que un camarero que sepa alemán no pueda saber también el otro idioma, puede que hable uno, el otro o ambos. Esta última posibilidad de que en la disyunción concurran los dos elementos es ignorada por esta falacia formal.

Es importante subrayar que esto es así en el tipo inclusivo de la disyunción pero no en el tipo exclusivo. La disyunción exclusiva es aquella en la que sólo es posible que sea cierto uno de los elementos de la disyunción, por ejemplo si decimos "mi amigo es ateo o cristiano" es obvio que mi amigo no puede ser las dos cosas a la vez, luego si sé que es ateo puedo decir que no es cristiano. La falacia, lo diremos una vez más, se produce cuando se quiere usar esta regla válida para la disyunción exclusiva en la disyunción inclusiva.


* Mayor ilícito:
En una argumentación silogística el término mayor que aparece en la conclusión como predicado contiene en la conclusión a todos los elementos de su conjunto cuando en las premisas hace referencia a sólo a algunos.

Todo X es Y
Ningún Z es X
----------------
Luego ningún Z es Y

Con un croquis de conjuntos se verá mejor en donde se está produciendo la falacia:

En el caso "a" del croquis la falacia produce una conclusión verdadera ya que, efectivamente, "Ningún Z es Y"; sin embargo, en el caso "b" y "c" la falacia produce sendas soluciones falsas ya que aún siendo cierta las premisas, es decir "Todo X es Y" y "Ningún Z es X", no es cierto que "Ningún Z sea Y". En el caso "b" ocurre que todos los elementos de Z pertenecen a Y y en el caso "c" ocurre que algunos de los elementos de Z pertenecen a Y. Se produce la falacia porque una regla lógica-silogística debe tener valor de uso universal y no contingente. Vamos a ver ejemplos de los tres dibujos del croquis:

A

- Todo hombre es racional.

- Ningún anélido es hombre.

----------------------------
- Ningún anélido es racional.

B

-Todo hombre es un animal.
-Ningún perro es un hombre.

------------------------------
- Ningún perro es animal.

C

-Todos mis bolígrafos están en mi mesa.
- Ningún folio es uno de mis bolígrafos.
---------------------------------------
- Ningún folio está en mi mesa.


* Menor ilícito:
El término menor de la conclusión, es decir el sujeto, contiene en la conclusión a todos los miembros de su extensión cuando en las premisas sólo está refiriéndose a algunos.

Todo Z es X
Todo Z es Y
-------------
Todo X es Y

Con un croquis de conjuntos se verá mejor en donde se está produciendo la falacia:

En el caso "a" del croquis la falacia produce una conclusión verdadera ya que, efectivamente "Todo X es Y" pero en el caso "b" y "c" del dibujo las dos premisas se cumplen, realmente "Todo Z es X" y "Todo Z es Y", pero no se cumple la conclusión de "Todo X es Y" sino que sólo algún elemento de X pertenece al conjunto de Y pero en ningún caso todo el conjunto de X. Se produce la falacia porque una regla lógica-silogística debe tener valor de uso universal y no contingente. Vamos a ver ejemplos de los tres dibujos del croquis:

A

- Todos los perros son mamíferos.
- Todos los perros son animales.
-----------------------------------
- Todos los mamíferos son animales.

B

- Todos los alemanes saben alemán.
- Todos los alemanes son europeos.
-------------------------------------
- Todos los que saben alemán son europeos.

C

- Todos mis lapiceros están en el cajón de mi mesa.
- Todos mis lapiceros sirven para dibujar.
----------------------------------------------------
- Todo lo que está en mi cajón sirve para dibujar.

* Término medio no distribuido:
Esta falacia formal se produce cuando el término medio de un silogismo, es decir aquel término que no aparece en las premisas, no cubre en las premisas a todos los términos de su conjunto.

Todo X es Y
Algún Z es Y
-------------
Algún Z es X

Con un croquis de conjuntos se verá mejor en donde se está produciendo la falacia:



Como en los ejemplos anteriores, el caso "a" de la falacia produce una conclusión verdadera ya que en ese caso, efectivamente, "Algún Z es X"; sin embargo, en el caso "b" las premisas son ciertas, es decir "Todo X es Y" y "Algún Z es Y", pero la conclusión es falsa ya que no es cierto que "Algún Z es X". Se produce la falacia porque una regla lógica-silogística debe tener valor de uso universal y no contingente. Vamos a ver ejemplos de los dos dibujos del croquis:

A

- Todos los que tienen benge se les pigmenta la piel de azul-púrpura.

- Algún español se le pigmenta la piel de azul-púrpura. ---------------------------------------------------------------------
- Algún español tiene benge.

B

- Todos los españoles hablan español.

- Algunos alemanes hablan español.

----------------------------------------
- Algún alemán es español.

Errores en la deducción analógica:

La deducción por analogía contiene un mayor grado de subjetividad que la deducción lógica, al no ser un proceso lógico-matemático sus errores de usos son más frecuentes y más indetectables. Por supuesto, los errores en la deducción analógica pueden ir acompañados por falacias formales o de otro tipo.
El error más típico en la deducción por analogía es el abuso de la analogía que se produce cuando se pretende establecer una relación de analogía entre dos premisas de modo forzado. Es difícil determinar cuando se produce este abuso en la analogía aunque en los casos más extremos el abuso se muestra como evidente. Al abuso de la analogía también se le denomina "analogía forzada". Vamos a ver algún ejemplo:

+ "Tu dices que matar a un ser humano está mal porque la vida es lo más importante; una hormiga también tiene vida. Luego debes sostener que no se debe matar tampoco a una hormiga."

En este caso el abuso de la analogía se produce cuando se intenta comparar como iguales la vida de un hombre y la vida de un insecto. Desde cierta perspectiva son similares pero no de un modo absoluto.


+ "Los hombres y las mujeres tienen los mismos derechos ya que son iguales. Entonces, si esto es cierto ¿por qué no puedo entrar en el baño de las chicas aún siendo un varón?"
Aquí se produce el abuso cuando se establece una "igualdad" rígida entre hombres y mujeres. Aunque sea cierto que los derechos fundamentales son independiente de sexo, raza o religión, también es cierto que existen diferencias de genero entre ambos sexos. Otro abuso de la analogía entre hombres y mujeres sería que un hombre se sintiese discriminado por la sanidad pública porque no le dan medicinas para quedarse embarazado.

Errores en la inducción:

Según Hume toda conclusión obtenida gracias a una inducción es, si no falaz, al menos siempre dudosa. Teniendo en cuenta esto podemos decir, no obstante, que existen errores en la aplicación del razonamiento inductivo más claros que otros, las falacias que vamos a analizar a continuación son ejemplos de esto.

* Constatación empírica inexistente:
Este error se produce cuando alguien saca una conclusión basada en un supuesto dato empírico que no existe. Este error puede ser intencional en cuyo caso la afirmación de datos empíricos es, sencillamente, mentirosa; en otras ocasiones, no obstante, este error se produce porque alguien basa su argumentación en un dato empírico no inmediato sino derivado de una fuente de información no fidedigna.
Por ejemplo, si alguien dice "Juana no puede llevarse tan bien como dice con su amigo Rubén, los vi ayer peleándose" y el dato de "los vi ayer peleándose" es falso y el afirmante lo sabe, podríamos decir que el que hace la afirmación está mintiendo y basa su afirmación en una mentira o en una constatación empírica inexistente.
Pero este no es el tipo más peligroso de este error inductivo sino aquellos tipos de errores que se basan en fuentes de información intoxicadas que damos como verdaderas. Sacar conclusiones sobre hechos narrados en la televisión o contados de "buena fuente" son ejemplos de este tipo de falacia en la que el mismo que argumenta, sin intención, cae en un error de constatación empírica inexistente.

* Constatación empírica insuficiente:

Este error se produce cuando se saca conclusiones de unos datos empíricos que son insuficientes para fundar la conclusión. Como hemos dicho, para Hume cualquier conclusión inductiva peca de este error pero comúnmente admitimos grados de mayor o menor suficiencia de corroboración empírica en una argumentación basada en la experiencia. Obviamente, en ocasiones es difícil determinar si cierta constatación empírica es suficiente o no. Un ejemplo podría ser:

+ "María Encarnación ayer trajo al trabajo un pantalón verde, hoy trae el mismo. Eso es que no tiene más que un pantalón"
Lógicamente en el ejemplo con sólo dos constataciones no se puede hacer una afirmación tan categórica como la que se hace en la conclusión.

* Constatación empírica sesgada:

Este error se produce cuando en una constatación empírica se ignoran unos hechos en beneficio de otros. Este sesgo en la observación puede ser intencionado o no. Como ocurría en el error inductivo anterior es difícil determinar siempre con exactitud cuando se ha producido un sesgo en la observación. Aún así vamos a ver algún ejemplo:


+ Se observan veinte accidentes de trafico en doce de los cuales el conductor era hombre y en ocho mujer y se dice "hoy he visto ocho accidentes causados por mujeres, es manifiesto que las mujeres conducen peor que los hombres".
Es evidente que en este ejemplo para hacer la afirmación sobre la capacidad de conducción de las mujeres se ha debido realizar un sesgo: los doce accidentes causados por hombres han sido ignorados.

+ Se observa en un colegio que los alumnos de raza oriental obtienen una mayor calificación que los alumnos de raza occidental, luego se concluye que los asiáticos son más inteligentes que los occidentales.
En este ejemplo se observa que para llegar a la conclusión no se ha tenido en cuenta otros factores que han sido sesgados de la argumentación: nivel económico de los alumnos, profesión de los padres, apoyos extraescolares, etc.

Este tipo de error en el razonamiento inductivo, junto con la constatación empírica insuficiente, es el que genera tópicos sociales como "las mujeres...", "los gitanos...", "los catalanes...", etc. Estos tópicos se basan en observaciones sesgadas ( se ignora al miembro del grupo que no cae dentro del estereotipo) e insuficientes (basta ver a un sólo miembro del grupo cumpliendo el estereotipo para sostener que todos los miembros del grupo lo cumplen).

Páginas consultadas:

http://www.xtec.es/~lvallmaj/preso/fal-log2.htm
http://www2.udec.cl/~prodocli/logica1/silogismo.htm
http://www.cita.es/falacias/


Otros trabajos del blog relacionados:

Los principìos de la argumentación
Leyes de la deducción tipo GENTZEN
Las falacias de la argumentación

Problemas que el saber no soluciona

"Hay problemas que el saber no soluciona. Algún día llegaremos a entender que la ciencia no es sino una especie de variedad de la fantasía, una especialidad de la misma, con todas las ventajas y peligros que la especialidad comporta."

"El libro del Ello" de Georg Groddeck

citado por A. Jodorowsky en "La danza de la realidad"

lunes, junio 18, 2007

La antinomia de la Razón Pura

Una antinomia es para Kant un conflicto en el que entra la razón cuando pretende pensar lo incondicionado. La antinomia de la razón pura son los conflictos que genera la idea trascendental de "universo" entendido como síntesis global de todos los fenómenos. Pero ¿por qué se produce este conflicto?

Para entender el origen de este conflicto debemos recordar cómo funciona la razón según Kant: tomando las percepciones del entendimiento y construyendo con ellos conceptos. Por ejemplo el entendimiento percibe en el objeto X las cualidades de: cuadrúpedo, que come hierba, de color negro y blanco etc. pero no percibe por ningún lado el concepto "vaca"; este concepto no es entendido, es decir, no pertenece al entendimiento, sino que es concebido por la razón que sintetiza muchas percepciones en un concepto genérico como, en este ejemplo, el concepto vaca que contiene infinidad de percepciones particulares. La razón, por lo tanto, sintetiza la pluralidad de percepciones del entendimiento en conceptos generales, su función es la síntesis. El problema surge cuando la razón sintetiza cosas que no están, y además no pueden estar, en el entendimiento ya que no dependen de la experiencia. Como la función de la razón es la síntesis es natural que tienda a sintetizarlo todo incluso lo que no es sintetizable. De esta síntesis que se extralimita en sus funciones surgen las ideas trascendentales: el alma, el mundo y Dios. El alma es la síntesis de toda nuestra subjetividad, el mundo la síntesis de todos los fenómenos y Dios, lógicamente, es la síntesis total. La idea de alma produce en la razón pura el conflicto llamado "paralogismo de la razón pura"; la idea de mundo produce la "antinomia de la razón pura"; y, finalmente, la idea de Dios produce el conflicto del "ideal de la razón pura". En este trabajo vamos a analizar los conflictos en los que cae la razón pura ante la idea de mundo.

¿Por qué el concepto de mundo, dice Kant, no es una percepción del entendimiento sino un constructo derivado del exceso de pretensión sintética de la razón pura? Nosotros vemos fenómenos a cada paso que damos: percepciones visuales, auditivas, olfativas, en fin, una pluralidad constante de objetos. Esos objetos los podemos concebir como totalidad pero nunca percibir como tal; en otras palabras: la idea de universo es una idea que engloba a todas las percepciones fenoménicas posibles pero por eso mismo, por su carácter totalizador, no es percibible. ¿Alguien ha visto "El Universo" con toda la pluralidad de sus fenómenos? Lógicamente no porque es imposible excepto para un ser omnisciente. El Universo es una síntesis excesiva que realiza nuestra razón de la totalidad de los fenómenos.

"Si, al hacer uso de los principios del entendimiento, no nos limitamos a aplicar la razón a los objetos de la experiencia, sino que nos atrevemos a extender esos principios más allá de los límites de la misma, surgen las tesis pseudoracionales. Tales tesis no necesitan ni esperar una confirmación empírica, ni temer una refutación"
(Crítica de la razón Pura, Editorial Taurus, B449).

En el ámbito cosmológico estas tesis pseudoracionales generan los conflictos de la razón pura. Al intentar indagar sobre el concepto de Universo y cuales son sus propiedades se cae en el mismo error que cuando se trata de definir el concepto de Dios (otra idea trascendental): tesis y antítesis al no tener basamento en las percepciones del entendimiento, es decir en la experiencia, no pueden ser ni mostradas ni refutadas de modo alguno. Es, por ejemplo, como tratar de definir los hábitos alimenticios del unquifante: ¿cómo podemos demostrar que es herbívoro o carnívoro? de ningún modo porque el unquifante es un fruto de la fantasía y no es un animal real. La idea "Universo" es una idea de la razón no un objeto de la experiencia.


Siguiendo su sistema de las categorías, y constatando sus conclusiones con la historia de esa disciplina filosófica denominada "cosmología racional", Kant encuentra que los conflictos antitéticos de la razón son los siguientes (la letra T significa tesis y la A antítesis):

1. T. El mundo tiene un comienzo en el tiempo y, con respecto al espacio, está igualmente encerrado entre límites.
1. A. El mundo no tiene comienzo, así como tampoco límites en el espacio. Es infinito tanto respecto del tiempo como del espacio.
op. cit. B455

2. T. Toda sustancia compuesta consta de partes simples y no existe más que lo simple o lo compuesto de lo simple en el mundo.
2. A. Ninguna cosa compuesta consta de partes simples y no existe nada simple en el mundo.
op. cit. B463

3.T. La causalidad según leyes de la naturaleza no es la única de la que pueden derivar los fenómenos todos del mundo. Para explicar éstos nos hace falta otra causalidad.
3.A. No hay libertad. Todo cuanto sucede en el mundo se desarrolla exclusivamente según leyes de la naturaleza.
op. cit. B473

4. T. Al mundo pertenece algo que, sea en cuanto parte suya, sea en cuanto causa suya, constituye un ser absolutamente necesario.
4. A. No existe en el mundo ningún ser absolutamente necesario, como tampoco existe fuera de él en cuanto causa suya.
op. cit. B481

Estos son los cuatro conflictos de la razón pura con la idea trascendental de mundo. Son, como era lógico prever, los cuatro problemas básicos de la Filosofía de la Naturaleza e incluso, ¿por qué no decirlo?, de la cosmología actual: ¿es el universo eterno e infinito o tuvo un origen en el espacio-tiempo?; ¿existen partículas mínimas de las que estén compuestas toda la realidad?; ¿en el universo causal existe espacio para la libertad o todo son concatenaciones de causas?; y ¿existe una realidad subyacente al Universo que la sostenga en el Ser?

Para Kant estas cuatro cuestiones no son resolubles por la razón ya que encontramos razones de peso tanto para una respuesta como para la contraria aunque, es evidente, que no pueden ser ambas posibilidades verdaderas al mismo tiempo (tesis y antítesis se contraponen como contradictorias). Y, es preciso subrayarlo, este conflicto es irresoluble toda vez que no se puede resolver con la experiencia. Este es el drama de la antinomia: el conflicto no puede no producirse ya que la labor sintética de la razón la lleva a elaborar la idea de la totalidad de los fenómenos, es decir el Universo, y, a su vez, esta idea genera los conflictos señalados que son irresolubles. No podemos responder a ninguna de esas cuatro preguntas sólo podemos elucubrar sobre ellas con la certeza de que las construcciones teóricas que elaboremos no tendrán nunca una contrapartida experimental.

Kant, una vez que ha dividido el conflicto cosmológico de la razón pura en tesis y antítesis, se pregunta cual es la diferencia entre ambas posiciones. Según Kant la tesis adopta como fundamento comienzos para la serie de fenómenos (origen de causas en la libertad, origen del universo en el espacio y el tiempo, origen en un ser subyacente etc.) mientras que las antitesis adoptan un "empirismo puro" contentándose con una extensión ad infinitum de los hechos fenoménicos que percibimos cotidianamente.

Aunque ha quedado claro que para Kant no podemos saber cuál de las dos posibilidades es cierta frente a la otra sí nos podemos plantear cuál nos interesa más. La respuesta de Kant es que la razón pura tiene interés en la verdad de la tesis por tres motivos:

El interés práctico. A nivel ético y político es más beneficioso para la razón considerar el mundo como una realidad fundada en un Ser necesario y, sobretodo, creer que existe la libertad de decisión en los asuntos prácticos.

El interés especulativo. Un universo con un ser necesario o con unos límites espacio-temporales invita al descubrimiento de estos horizontes más fervientemente que un cosmos carente de estas realidades.

La popularidad. El entendimiento ordinario comprende con mayor facilidad un universo que comienza en el tiempo que un universo eterno; una realidad con sustancias simples que sin ellas; etc.

Aunque sólo al nivel del interés la razón pura se inclina hacia la tesis. No obstante, debemos recordar según Kant, que la postura de la antitesis tiene la misma validez de verdad que la tesis y que, además, tampoco carece de interés: refrenar las ansias dogmáticas de la tesis. En otras palabras, aunque la razón pura se sienta inclinada por interés hacia la tesis, la antítesis tiene la misma validez y no carece del todo de interés: sin ella la tesis se enseñorearía de la teorización cosmológica y se impondría como objetivamente verdadera, cosa negativa para el desarrollo mismo de la especulación de la razón.

¿Entonces qué, podría decir un lector, es el universo eterno o tuvo un comienzo, existe libertad o no existe, hay elementos simples en la materia..? Kant explica que esta pregunta es una pregunta irresoluble que parte de un error fundamental: confundir los ámbitos de lo fenoménico y lo nouménico. El concepto Universo es un concepto de nuestra razón, lo que haya ahí fuera, si es que hay algo, que corresponda con nuestra idea trascendental de totalidad fenoménica no es categorizable por las estructuras de nuestro entendimiento (categorías) ni de nuestra sensibilidad (espacio y tiempo) ni mucho menos por los constructos ideales de nuestra razón. El idealismo trascendental kantiano y su diferencia noúmeno-fenómeno sirve para superar esta problematicidad que es aparente ya que se funda en un error de principio, aunque por otra parte general en la historia de la filosofía: la confusión entre los ámbitos de lo que se representa a mi razón o a mi entendimiento y de lo que realmente es. Preguntar sobre la extensión del Universo o sobre la libertad y la causalidad es como preguntar sobre las propiedades del unquifante como si esas propiedades tuvieran realidad objetiva más allá de nuestra mente. Obviamente, en las ideas cosmológicas hay otros intereses y, además, está su carácter regulativo pero siguen siendo sólo eso: ideas construidas en la síntesis racional que carecen de realidad empírica (no proviene de percepciones del entendimiento) y de realidad nouménica (no tiene realidad fuera de nuestro pensamiento).

Dios, la libertad, las partículas simples pueden, y se subraya el pueden, existir en el obscuro y desconocido reino del noúmeno pero de ellos sólo podremos construir postulados e hipótesis o tener una creencia racional nunca un conocimiento cierto. Así destierra Kant a la libertad y a Dios de su sistema cosmológico no negándoles existencia sino negándoles su certeza. Son objetos de la fe o, como tratará en su obra "La Crítica de la Razón Práctica, objetos de la razón práctica y no objetos de la filosofía crítica.

El conflicto de las ideas trascendentales indica los límites de la reflexión. Límites que se anhela alcanzar pero que nunca se alcanzan dentro del reino del fenómeno. Cumplen el doble papel de límites y de deseos de la razón pura, eso sí, deseos nunca realizables.


Sé feliz

jueves, junio 14, 2007

El problema del conocimiento

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martes, junio 12, 2007

Deja que te aconseje

"... y deja que te aconseje: no
ames al sol ni a las estrellas, ven,
baja conmigo al reino de la oscuridad."

GOETHE

domingo, junio 10, 2007

El hombre que buscaba la utopia

Un hombre vivía en una cabaña pero la cabaña estaba sucia, así que pensó: “No puedo vivir entre inmundicia, construiré una nueva casa que estará limpia”. Así este hombre construyó un nuevo hogar. Pasaron dos meses y su nueva cabaña se llenó de suciedad por que el hombre tenía la costumbre de ensuciar y no limpiar lo que ensuciaba. Aunque hubiese vivido en un palacio lo habría convertido en un estercolero.

¿De qué sirven los sueños de mundos mejores a quienes en sus corazónes cobijan diez mil pesadillas?

viernes, junio 08, 2007

El héroe de las mil caras: psicoanálisis del mito

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Otros post relacionados:
El monomito
La aventura del héroe

martes, junio 05, 2007

La perla y otros cuentos de Yukio Mishima

Hace algo más de un mes que terminé de leer "La perla y otros cuentos", una recopilación de narraciones cortas del autor japonés Yukio Mishima publicada por la Editorial Siruela. Ya había leído de Mishima sus dos novelas "El rumor del oleaje" y "El marino que perdió la gracia del mar"; la primera de las cuales me resultó de un lirismo y de una profundidad psicológica en los personajes impresionantes.
El valor de los cuentos de esta recopilación es desigual aunque en general puedo decir que ha sido una lectura entretenida siempre y gratamente absorbente en ocasiones.

El relato "Muerte en el estío" narra un hecho cotidiano en la prensa diaria: la muerte de algún bañista en la playa pero desde la perspectiva de la madre que ha perdido a sus hijos en el mar mientras dormía la siesta. El clima del relato refleja fidedignamente este clima de irrealidad que envuelve a los accidentes dramáticos que golpean ineludiblemente nuestra vida.
"Los siete puentes" es cuento sobre un grupo de muchachas que para cumplir una tradición deben recorrer siete puentes de su ciudad sin decir palabra para que así se vean cumplidos sus deseos. Las dificultades de esta empresa y el enigma que supone el deseo de la criada tosca y ruda que acompaña a las "señoritas" son los motivos más sobresalientes de este relato.
El relato "El sacerdote y su amor" es, a mi juicio, el más interesante de todos junto con "Patriotismo". Un sacerdote budista que está a punto de alcanzar la plenitud, que ha abandonado los placeres del mundo se enamora de la concubina imperial. El derrumbe de un mundo que siempre supone el amor expresado con devoto dramatismo. Reseñable también los ambiguos sentimientos de la concubina al saberse responsable de la "caída" de este sacerdote respetado.
"Dojoji" es una breve pieza teatral fallida con una comicidad inexistente y una profundidad inencontrable.
"Patriotismo" sin embargo, como ya dije, es otra pequeña obra maestra de Mishima. Un joven oficial felizmente casado se ve obligado a realizar el suicidio ritual. La triste decisión del marido es acompañada por la fidelidad de la mujer. El relato está cargado de momentos de erotismo intenso y de brutalidad atenuada lo que le da un contraste de temáticas muy valioso.
La narración titulada "El termo" no es de las mejores de la recopilación, no obstante, muestra de modo curioso la pérdida de los valores tradicionales de Japón (tema recurrente en Mishima) a través del viaje de un negociante a Estados Unidos en donde se encuentra con una antigua amante.
"La perla" es otro relato reseñable de esta recopilación. Un grupo de amigas se reúnen yuna de ellas pierde una perla de su anillo; todo parece indicar que la perla caída ha sido comída inadvertidamente por una de las amigas. Sobre este hecho banal se construye una pequeña intriga llena de rencores, segundas intenciones y ambigüedad moral. Un pesimista retrato de la psicología de las mujeres de la clase acomodada quizás rallante en lo misógino.
"Los pañales" tiene, de nuevo, a la mujer como protagonista. Una empleada de hogar da a luz en la casa de los señores. La mujer de la casa queda impresionada y angustiada por el destino despiadado de este niño no deseado e incluso ocultado. Sin embargo, esa preocupación "superficial" tiene un choque violento con la realidad de la exclusión social. Interesante relato que no alcanza ni de lejos al precioso "Onnagata".
"Onnagata" nos introduce en el mundo decadente del teatro japonés del kabuki. En este teatro todos los actores deben ser hombres, incluso los que representan a mujeres. Un onnagata, actor que representa a una mujer, llamado Mangiku es el personaje de esta obra. Su feminidad interpretada se convierte en hiper feminidad, ya que un verdadero onnagata no sólo hace de mujer dentro del escenario sino también fuera de él. Los ambiguos sentimientos de Mangiku, su enigmática personalidad y su amor por un joven director de teatro moderno sirven a Mishima, una vez más, para mostrar los problemas fundamentales de su obra: la psicología de la mujer y los conflictos entre el nuevo y viejo Japón.
El último relato, "Senbei de un millón de yens", termina sin pena ni gloria la recopilación de la editorial Siruela. Relata una tarde de un joven matrimonio en un gran centro comercial mientras se divierten y planean su futuro. Supondrá una pequeña sorpresa final la sórdida ocupación de los jóvenes.
Un libro recomendable con pequeñas grandes joyas de la producción de Mishima.

Sé feliz

sábado, junio 02, 2007

La Crítica de la Razón Pura

Título: La Crítica de la Razón Pura
Autor: Kant, Immanuel
Traducción, prólogo, notas e índices de Pedro Ribas
Edición: 1ª. ed.
Publicación: Torrelaguna, Madrid. Taurus.
Encuadernación: rústica
Precio: 20,75 €
Colección: Taurus Pensamientos
ISBN: 84-306-0594-0

PARTES DEL LIBRO:

+ Introducción del traductor
+ Cronología
+ Bibliografía selecta

LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA:

+ Lema
+ Dedicatoria
+ Prólogo de la Primera Edición
+ Prólogo de la Segunda Edición

* Introducción
* Doctrina Trascendental de los Elementos
+ Estética trascendental
+ Lógica trascendental
- Analítica trascendental
- Dialéctica trascendental

* Doctrina Trascendental del Método
+ La disciplina de la razón pura
+ El canon de la razón pura
+ La arquitectura de la razón pura
+ Historia de la razón pura



CRÍTICA DE LA OBRA:

Tras un mes y medio de lectura reposada el 11 de Abril pasado terminé esta obra monumental de la filosofía occidental. Había preparado mi espíritu para recibir tamaña obra con la lectura suave del famoso libro de De Quincey "Los últimos días de Emmanuel Kant" y mis expectativas se vieron más que colmadas. Al leer "La Crítica de la Razón Pura" tuve la misma sensación que al leer hace ya muchos años el clásico de Cervantes "Don Quijote de la Mancha": es una sensación preliminar de enfrentarte a un clásico aburrido y periclitado sensación que, queda hecha añicos en los primeros compases de la lectura; en esos momentos es cuando uno comprende el significado de la palabra "clásico" referida a un libro.
También he de decir que es algo triste que un licenciado en Filosofía obtenga el título sin haber leído este libro; bueno mejor dicho es una vergüenza que un licenciado en Filosofía aquí en España obtenga el título sin haberse leído tantísimos libros. Sólo espero que en las otras facultades de este país el amor a los clásicos se inculque antes que el valor a los apuntes amarillentos del catedrático de turno.
En fin, volviendo a la cuestión propiamente dicha, la edición de Taurus es de lo más recomendable ya que respeta la paginación de citas clásica para esta obra y además incluye en un sólo volumen la primera y segunda edición de la obra. Ni que decir tiene que respeta las notas de Kant a ambas ediciones y como añadido el traductor no inunda su edición con pedantes notas a pie de página que tanto lastran una lectura fluida. El índice final puede, también, llegar a ser una ventaja para un trabajo más concienzudo.
Pasando a la obra misma he de decir que es, lógicamente, densa pero no de esa densidad plomiza que vulgarmente parece atribuírsele. He de confesar que las partes dedicadas a la apercepción trascendental y al esquematismo me costaron bastante pero, aún así, la mayor parte de la obra es accesible a cualquier lector con una cultura filosófica media. Eso sí, es imprescindible conocer las definiciones si no, como es lógico, la lectura del texto se ralentiza y se convierte en soporífica si se debe consultar continuamente las páginas anteriores.
Si tuviera que calificar el libro con un adjetivo elegiría el adjetivo de bello. Desde el prejuicio que ve en esta obra un libro hermético e inaccesible al profano es difícil entender esta elección pero puedo asegurar que en cada página he sentido titilar el amor y la confianza en la libertad y el odio y menosprecio a cualquier forma de fanatismo. La apología kantiana de la crítica a todos los conceptos heredados, su reivindicación de "lo ideal" y una clara preocupación ética incluso en las páginas más abstractas hacen de esta obra un canto y una llamada a la libertad del pensamiento.
Si pudiera elegir otro adjetivo junto con el de bello para definir este libro elegiría desasosegante. Y sé, de nuevo, que la elección puede resultar chocante en un primer momento pero las partes de la Estética Trascendental en las que se muestra la irrealidad o, si se prefiere, la realidad subjetiva de los conceptos espacio y tiempo me genera una sensación cierta de irrealidad y casi horror ante la pregunta ¿qué hay ahí fuera? ¿qué ES realmente el mundo? La Estética Trascendental me recuerda los mejores momentos de Schopenhauer y su conceptualización ilusoria del mundo fenoménico. Igualmente desasosegante me resultó la parte dedicada, en la Dialéctica Trascendental, a las antinomias, los paralogismos y el ideal de la razón pura que muestran fehacientemente la imposibilidad de ningún conocimiento cierto de lo que más nos importa: Dios, el mundo y el alma. Fue esta lectura una terrible cura de humildad para mi espíritu aunque, como el mismo Kant reconocería, no pudo matar mi anhelo de alcanzar el conocimiento del Ser que está más allá de todo fenómeno. ¿En dónde se oculta esa intuición intelectual?
Para terminar esta reseña un pequeño texto como muestra del genio kantiano en esta obra inmortal, un texto que si no supiéramos que pertenece a una obra filosófica bien podríamos creer que pertenece a las memorias de un bucanero abandonado en una isla desierta que busca un camino dentro de unos inexplorados mares, unos mares tormentosos y traicioneros... unos mares insondables, bellos y aterradores, unos mares metafísicos, mientras que escucha el la playa desembarcar enemigos desconocidos y crueles que pretenden arrebatarle su preciada posesión:

"No sólo hemos recorrido el territorio del entendimiento puro y examinado cuidadosamente cada parte del mismo, sino que, además, hemos comprobado su extensión y señalado la posición de cada cosa. Ese territorio es una isla que ha sido encerrada por la misma naturaleza entre límites invariables. Es el territorio de la verdad -un nombre atractivo- y está rodeado por un océano ancho y borrascoso, verdadera patria de la ilusión, donde algunas nieblas y algunos hielos que se deshacen prontamente producen la apariencia de nuevas tierras y engañan una y otra vez con vanas esperanzas al navegante ansioso de descubrimientos, llevándolo a aventuras que nunca es capaz de abandonar, pero que tampoco puede concluir jamás. Antes de aventurarnos a ese mar para explorarlo en detalle y asegurarnos de que podemos esperar algo, será conveniente echar antes un vistazo al mapa del territorio que queremos abandonar e indagar primero si no podríamos acaso contentarnos con lo que contiene, o bien si no tendremos que hacerlo por no encontrar tierra en la que establecernos. Además, ¿con qué títulos poseemos nosotros este mismo territorio? ¿Podemos sentirnos seguros frente a cualquier pretensión enemiga?" (Op. cit. B294-B295)

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