lunes, septiembre 25, 2006

¿Y usted que opina del aborto de la gallina?

EL ABORTO DE LA GALLINA (Manolo Kabezabolo)

Las encuestas no pueden ser más alarmantes
jamás tuvimos
un caso así antes
no sé dónde iremos a parar
todas las gallinas quieren abortar.


¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?


Aprobarlo sería el caos de la economía
aumentarían los precios
de las tortillas
no podríamos comernos
ni la de patatas ni nada de eso
ni huevos fritos ni pasados por agua ni revueltos.


¿Y ustéd qué opina del aborto de la gallina?

¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?


Hemos propuesto que usen la píldora anticonceptiva
nos han respondido con rotundas negativas
el problema se nos escapa de las manos
tampoco quieren usar condón los gallos.


¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?


Aprobarlo sería fatal
todos los animales querían igualad
si esto no fuera el caos
no tardaría en serlo
si quisieran abortar vacas, ovejas y cerdos.


¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?
¿Y usted qué opina del aborto de la gallina?




Palabras. Palabras que se unen a otras palabras para formar más y más palabras. ¿Qué es mejor esto o aquello? ¿Arriba o abajo? ¿Izquierda o derecha? ¿Cuál es la razón para hacer esto o lo de más allá? Razones... palabras y más palabras.
Si alguien pregunta ¿y usted qué opina del aborto de la gallina? ¿quién no esbozaría una sonrisa? ¡A quién le importa el jodido aborto de la gallina! Juego estúpido y cómico de palabras... Si alguien preguntara por el sentido de la vida, la especulación inmobiliaria o Dios ¿quién no tendría toda una batería de palabras que responder?
Comprender que todas las preguntas, todas las respuestas todos los argumentos no son más que palabras huecas es a lo que invita esta canción de Kabezabolo. El aborto de la gallina, el mercado común, la inmigración, la globalización... ¿sí o no? ¿bueno o malo? ¿blanco o negro? Palabras que se unen a otras palabras. Nada más.




Sé feliz

lunes, septiembre 18, 2006

Fragmentos de Heráclito




Si no se espera, no se encontrará lo inesperado; puesto que lo inesperado es difícil y arduo.



Clemente Alejandrino; Stromata; II, 17 (DK 18)



Muchos no lo comprenden, aunque se encuentren con ello, ni lo entienden, cuando lo aprenden; pero se imaginan comprenderlo.



Clemente Alejandrino; Stromata; II, 8 (DK 17)



No hallarás los límites del alma, no importa la dirección que sigas, tan profunda es su razón.



Diogenes Laercio; Vitae philosophorum; IX, 7 (DK 45)



El tiempo es un niño que juega con los dados.



Hipólito; Refutatio omnium haereseum; IX, 9 (DK 52)

domingo, septiembre 17, 2006

Como hacer castillos de arena

Como hacer castillos de arena se me antoja la vida. Los haces y mientras tanto eres feliz en el esfuerzo pero ¿acaso no sabes que cuando suba la marea la arena de tu castillo se desperdigará en el olvido infinito del mar? ¿acaso no sabes, mientras construyes orgulloso el torreón más alto o haces ventanitas con conchas de la playa, que construyes para la Nada?
¿Qué te impulsa a obrar si no has olvidado que la marea debe subir? ¿es el loco sueño de que cuando suba respetará tu torpe castillo de arena?
Ahora aquí, frente a mi escritorio, en esta hora en donde el día agoniza tengo miedo de que la marea haya subido ya y yo no lo sepa; y que el castillo que construyo sólo sea, en realidad, una ilusión de agua salada...
Sé feliz

jueves, septiembre 14, 2006

Consecuencias éticas del dilema del prisionero

Como dijimos en el post anterior el dilema del prisionero es un problema que afecta tanto a las matemáticas como a la economía pero ¿qué tiene que ver con la ética? La respuesta se comprende fácilmente si se han analizado los ejemplos precedentes.


La conclusión principal del dilema es que en un sistema iterativo la mejor opción es la cooperación pero en un mundo en el que todos tiendan a cooperar surgirán sujetos que aprovecharán esta tendencia, o al menos intentarán aprovecharla, en su propio beneficio. 

[este artículo ha sido trasladado a otro entorno visualmente más amigable, pincha!]

lunes, septiembre 11, 2006

El dilema del prisionero



El dilema del prisionero es un problema de la teoría de juegos, una disciplina entre la economía y la matemática. Fue formalizado y analizado por primera vez por A. W. Tucker en 1950. La enunciación más común de este problema es la siguiente:


[este artículo ha sido trasladado a un entorno visualmente más agradable, pincha aquí]

viernes, septiembre 08, 2006

Los pollos, el joven y Nasrudín

Casi nadie podía comprender a Nasrudín, pues unas veces convertía sus derrotas en victorias y otras veces las cosas parecían frustrase a causa de su torpeza. Pero se murmuraba que vivía en un mundo diferente al de los demás. Así un día un joven decidió observarlo y averiguar de qué modo se las arreglaba para sobrevivir y si había algo que pudiera aprender de él.

Siguió a Nasrudín hasta la orilla de un río y lo vio sentarse bajo un árbol. De pronto el Mulá extendió su mano y sobre ella apareció un pastel que se comió. Esto lo repitió tres veces. Después extendió su mano una vez más y apareció una copa de la cual bebió un buen trago.

El joven sin poder contenerse, corrió hasta Nasrudín y lo sacudió:

- Dígame como hace estas cosas maravillosas y haré lo que usted me pida.
- Está bien- dijo Nasrudín-, pero antes debes alcanzar el estado espiritual apropiado. Entonces verás que el tiempo y el espacio nada significan y podrás lograr que el chambelán del sultán te dé postres. Hay una sola condición.
- ¡La acepto! – exclamó el joven.
- Deberás seguir mi senda.
- Hábleme de ella.
- Sólo puedo decirte una cosa por vez. ¿Quieres el ejercicio fácil o el difícil?
- ¡Tomaré el difícil!
- Este es tu primer error. Debes comenzar con el fácil. Pero ahora ya has elegido. El difícil es éste: Haz en tu cerca un agujero lo bastante grande como para que tus pollos puedan pasar a comer al jardín de tu vecino. Pero también deberá ser apropiadamente pequeño como para que los pollos de tu vecino no puedan entrar a alimentarse en el tuyo.

El joven nunca logró desentrañar este dilema y, por lo tanto, nunca pudo convertirse en discípulo de Nasrudín. Pero cuando hablaba de la tarea que le había encomendado el Mulá, los oyentes pensaban que el joven estaba loco. - Este es un buen comienzo – dijo Nasrudín-; algún día encontrarás un maestro.
Extraido de Idries Shah; Las ocurrencias del increible Mulá Nasrudín; Editorial Paidos

martes, septiembre 05, 2006

Reflexiones éticas sobre la copia privada ( y ii)

En el post anterior refutamos los tres principales argumentos que intentaban mostrar el carácter éticamente incorrecto de la copia privada. Este trabajo mostrará los argumentos que fundamentan la corrección ética de la copia privada, para lograr esto empezaremos delimitando los derechos de los autores para a continuación explicar por qué entendemos que la copia privada no vulnera esos derechos.

El trabajador (autor en este caso) tiene derecho a un lucro legítimo y medido por su trabajo. Para comprender qué significa y los alcances de este derecho debemos definir lo que significa lucro legítimo y lucro medido.
Entendemos por derecho de un trabajador al lucro medido por su trabajo al derecho que tiene todo trabajador a recibir una remuneración por su trabajo; esta remuneración para ser medida debe tener dos rasgos: la remuneración es cesante y proporcional.
Para entender qué es una remuneración cesante utilizaremos dos ejemplos: si un albañil construye una acera tiene derecho a recibir un salario sobre ese trabajo realizado; sin embargo no tiene derecho a solicitar un canon a los peatones que pisan la acera que construyó. En otras palabras el derecho al lucro ha cesado cuando el trabajo ha sido remunerado.
El segundo ejemplo es similar: una ferretería vende una pala, en ese momento cesa el derecho al lucro de la ferretería. Si el comprador de la pala encuentra un tesoro con ella ¿debe pagar un canon al ferretero o al fabricante de la pala? Es absurdo, se entiende que el derecho al lucro del fabricante cesó al vendérsela a la ferretería y el del ferretero al vendérselo al buscador de tesoros.
Paso ahora a explicar lo que quiero entender con que el lucro debe ser proporcional. Este concepto, he de confesar, que se me antoja más débil para fundamentar la argumentación ya que parte de supuestos de carácter políticos y económicos antes que de supuestos éticos. La idea que sustenta el concepto de lucro proporcional es que el derecho al lucro se encuentra dentro de ciertos límites racionales que son proporcionales a una distribución equitativa de la riqueza. EN definitiva: admito que un arquitecto deba cobrar más que un peón pongamos en una proporción de 1/7 en favor del arquitecto pero me parece absurdo que la proporción sea, por ejemplo, de 1/200. El concepto de lucro proporcional es lo contrario a la idea de lucro desmedido. Considero que es difícil determinar los límites de este lucro proporcional pero cuando un autor recauda fondos para, por ejemplo, su segunda casa en Miami o su jett privado estamos, claramente traspasando los límites del lucro proporcional y llegando al lucro desmedido.
He explicado lo que entiendo por lucro medido paso ahora ha explicar que comprendo por lucro legítimo. Lucro legítimo es aquel lucro que se hace legitimamente sin perjudicar los derechos propios de todo individuo. La mafia se lucra y se lucra por su trabajo pero no es un lucro legítimo en el momento en el que ese lucro se realiza en contra de los derechos de los ciudadanos “protegidos” por ella. Las practicas monopolistas sobre productos básicos son, igualmente, ejemplo de lucro ilegítimo ya que no permiten al consumidor elegir el producto ni el precio de compra (la especulación inmobiliaria es lógicamente un claro ejemplo de este lucro ilegítimo).
Tras estas definiciones cabe preguntarse ¿vulnera la copia privada el derecho del autor al lucro medido y legítimo? No. Primero porque el lucro es cesante: el autor vende un producto y el comprador es beneficiario de ese producto; un ferretero no cobra un canon al que ha comprado un martillo cada vez que lo usa. Segundo porque el lucro no cesante que se pretende obtener con la prohibición de la copia privada es un lucro desmedido encaminado a satisfacer vicios farloperos u otros lujos superfluos. En tercer lugar porque el lucro que se pretende obtener del canon o de la prohibición de la copia privada es un lucro ilegítimo que es impuesto por tácticas monopolistas sobre las que el usuario no tiene defensa alguna.
Conclusión: el autor tiene una serie de derechos sobre su trabajo (CDs, conciertos, merchandising etc.) que no son violados por la copia privada. Por contra, el canon y la prohibición de la distribución libre de información pretende convertir esos derechos legítimos del autor al lucro en derechos no cesantes, desproporcionados y monopolistas.

El trabajador tiene derecho a enajenar su trabajo y permitir que otros se lucren con él. Cuando el trabajador-autor decide enajenar su trabajo para que una banda de distribuidores, publicistas, representantes etc. se lucren con ese trabajo que le pertenece y establecer así toda una casta de intermediarios entre él y su público debe considerar dos cosas.
En primer lugar, debe renunciar a una parte del lucro que se derive de su trabajo para que los intermediarios puedan lucrarse, a su vez, con esos beneficios a los que él renuncia. Otra opción es encarecer el producto final para que los intermediarios puedan lucrarse con el encarecimiento del producto.
En segundo lugar, el autor debe considerar que él es el trabajador, el creador, el generador de riqueza y que le corresponde un lucro mayor en su trabajo que el que le corresponde a los intermediarios.
Pero ¿qué ocurre realmente? Lo que ocurre es que el artista decide enajenar su trabajo pero no renuncia a parte de sus beneficios; los intermediarios tampoco, por lo tanto el producto se encarece por la actitud avariciosa del autor y los intermediarios. Por esta razón los consumidores se ven obligados a pagar precios abusivos y que sólo son sostenibles dentro de un mercado monopolista.
Conclusión: la copia privada no viola el derecho del autor a enajenar su trabajo para que los intermediarios se lucren. La copia privada intenta romper el cerco de avaricia lucrativa del autor y los intermediarios. El deseo de lucro desmedido y la necesidad de un aparato publicistico para promocionar productos mediocres es lo que hace que los precios se tornen abusivos. La copia privada es una lucha contra ese abuso.

Los distribuidores, representantes y otros elementos anexos al trabajador tienen derecho al lucro por su trabajo. Ya analizamos esto en el punto anterior. La copia privada no se opone a este derecho pero, sí se opone a este derecho cuando se impone de forma abusiva. El lucro de los intermediarios debe ser menor que el del autor y no debe ser desmedido para no ser gravoso al consumidor.

El consumidor tiene derecho al disfrute y beneficio de los productos que adquiere siempre que este disfrute y beneficio no entren en conflicto con el derecho al lucro del autor. En otras palabras: la copia privada es un disfrute o beneficio del producto adquirido. El propietario de un CD, al igual que el propietario de un cortacésped, tiene el derecho a prestar a terceros su producto siempre que no se obtenga un lucro económico que se realizaría en menoscabo del derecho al lucro económico del autor. Si admitimos que la copia privada o la distribución libre de información es inmoral debemos, análogamente, admitir que es inmoral prestarle el cortacésped al vecino ¡¡ que se compre uno!! ¿es que no pensáis en los fabricantes de cortacésped y en sus familias, en los distribuidores de cortacésped o el la industria del metal?

En definitiva si considerásemos inmoral la copia privada y la distribución libre de información deberíamos cerrar las bibliotecas, las universidades, los institutos, las escuelas ya que ¿qué se hace ahí sino distribuir información y conocimientos de terceros sin remunerarles? ¿Cual es el canon que tiene que pagar un profesor de Filosofía a los herederos de Platón por explicar el mito de la caverna?
Sé feliz

viernes, septiembre 01, 2006

Reflexiones éticas sobre la copia privada ( i )

Comenzamos de nuevo, tras las vacaciones, la publicación de posts. El primero, que estas leyendo, será una reflexión ética sobre la copia de información (música, películas, programas...) para uso privado no lucrativo; en otras palabras analizaré la corrección o incorrección moral de la copia y distribución de información no lucrativa. La pregunta es: ¿es ética la mal llamada piratería?

Creo que es necesaria esta pregunta y este post por varias razones. La razón principal es que cuando se argumenta a favor o en contra de la copia privada estos argumentos rara vez se sitúan en el ámbito de la reflexión ética sino más bien entran en debates sobre las consecuencias pragmáticas de esta práctica. Por ejemplo, decir que la copia privada ahorra dinero al que copia no es un argumento de idoneidad ético sino de idoneidad económica. Por esta razón comenzaremos nuestro trabajo mostrando los argumentos que erróneamente se quieren hacer pasar por argumentos éticos cuando se critica el derecho a la copia privada.

Primer argumento: La copia privada es inmoral porque es ilegal. Este primer argumento hace uso de la conocidísima falacia naturalista y es planteable sólo desde un trasnochado positivismo moral (que identifica moral con legalidad). La falacia naturalista es aquella que sostiene que si algo es de tal manera está bien que sea de tal manera. Lo legal es lo bueno. Esta falacia es usada en algunos contextos con cierta sutileza pero en la crítica al derecho a la copia privada pierde cualquier sutileza y basta un rápido análisis para darse cuenta de su carácter superficial. Decir que la copia privada es inmoral porque lo prohíbe la ley es tan razonable como decir que es moral apedrear a las adúlteras porque existen países que recogen esta ley en su código penal. Que los derechos de los ciudadanos se restrinjan legalmente no es sinónimo de que esa restricción sea moralmente correcta. La historia esta desgraciadamente llena de leyes manifiestamente inmorales.

Segundo argumento: La copia privada es inmoral ya que merma económicamente a los autores y a los elementos adyacente. Si el primer argumento contra el derecho a la copia privada era falaz este ni siquiera es un argumento válido en el contexto de la ética. Decir que la copia privada es inmoral porque supone un menoscabo económico a los autores, distribuidores, empresarios etc. es como prohibir la imprenta porque le quita el trabajo a los monjes que copian los libros a mano. O como prohibir el agua corriente porque perjudica al aguador. Es, sencillamente, desde el punto de vista ético un argumento idiota.
Por otro lado el menoscabo económico que se le hace a los que ostentan el monopolio de los derechos de autor tiene su compensación en los beneficios económicos que produce la copia privada a otros elementos de la economía: vendedores de productos informáticos como CDs u ordenadores, instaladores de redes de Internet, programadores etc. Sin tener en cuenta el beneficio no lucrativo al copiador.
No obstante, de este argumento erróneo podemos sacar una conclusión positiva que analizaremos en el próximo post: el autor de un producto tiene derecho a lucrarse de modo legítimo y medido por su producto. Esto es, a mi entender, incontestable pero no se sigue de ello que la copia privada vulnere este derecho que tiene el autor. Sobre ese particular, repito trataré en el próximo artículo; en este me limitaré a recalcar que el hecho de que una acción produzca menoscabo económico a un individuo o entidad no convierte necesariamente este acto en inmoral sino que es preciso para calificar a esa acción de inmoral que ese acto esté violando algún derecho legítimo de los perjudicados económicamente. La imprenta perjudicó a los monjes copistas pero ¿estos monjes tenían el derecho de monopolio sobre la producción de libros? ¿y el aguador lo tenía sobre la distribución del agua?
Si admitimos que la copia privada supone menoscabo económico para los autores debemos dirimir si ese menoscabo se produce contra algún derecho legítimo, en concreto contra el derecho que posee el autor a lucrarse legitima y medidamente por su producto. Hasta que no hayamos resuelto esta cuestión no habremos realizado un diagnostico ético de la cuestión.

Tercer argumento: La merma económica a los autores que produce la copia privada impide que otros autores surjan y se den a conocer luego, la copia privada es inmoral. Lo erróneo de esta posición ya quedó clara en la exposición anterior: las consecuencias de la copia privada sólo son evaluables éticamente si se producen tras la violación de un derecho adquirido. Todo individuo tiene derecho a vivir de su trabajo, un individuo cuyo trabajo es la música o la dirección cinematográfica tiene, indudablemente, derecho a vivir gracias a ese trabajo; ahora bien, yo también tengo derecho a ganarme la vida como electricista, si así lo deseo, pero sino se poner ni una bombilla, lógicamente, no podré realizar ese trabajo. Pongo este ejemplo para mostrar que aunque todo músico tiene derecho a ganarse la vida haciendo música, el público no tiene el deber de asistir a sus conciertos. Conclusión: el músico con talento tiene derecho a vivir de su trabajo.
La distribución libre de información ha sido, precisamente, lo que ha permitido que artistas realmente talentosos pudiesen salir a la luz frente a una industria discográfica y de distribución tristemente monopolista. La copia privada ha permitido y permite la distribución y la publicidad de grupos de músicos o creadores cinematográficos que no tienen cabida en un mercado controlado por empresas multinacionales. Por lo tanto, decir que la copia privada ataca el derecho de un creador de dar a conocer su trabajo es falso y que sólo consuela a los artistas mediocres, hijos de algún “grande de la canción”, que sin la ayuda de un aparato publicitario multimillonario no podrían ocultar la vaciedad de su trabajo. Los creadores talentosos han encontrado en la copia libre un medio de expresión; los post-triunfitos la evidencia de su mediocridad.
En definitiva: en ningún caso la copia libre vulnera el derecho de un artista de dar a conocer su trabajo; por contra, evita en muchísimas ocasiones que el artista se vea obligado a depender de multimillonarias inversiones de promoción para hacer pública su obra.

Estos son los tres argumentos con los que se oponen a la distribución libre de información y cultura intentan mostrar el carácter inmoral de la copia privada. He mostrado que esos argumentos son falsos. En el próximo post mostraré que la copia privada es un derecho éticamente establecido que no vulnera el derecho de todo artista de tener un lucro legítimo y medido por su trabajo.

Sé feliz